Todos en alguna ocasión hemos sentido lo mismo.... - no puedo hacerlo, no me atrevo, yo no soy capaz, yo no necesito esto, ¿qué hago aquí? ¿qué estoy haciendo?
Un día alguién nos da un pequeño empujón (puede ser una mirada, un roce, un gesto imperceptible...) pero nos llega, nos altera y traspasamos la linea; esa linea que separa lo que creemos que creemos de lo que sabemos que sentimos; ya nada vuelve a ser igual, siempre estuvo ahí, latente y ahora se quiere mostrar sin tapujos, sin verguenza... solo un pequeño empujón.